Si queremos enamorar a dos piñatas, tendremos que ponerles un hogar en el que puedan habitar y tener su descendencia. De cumplir todos los requisitos, participaremos en un minijuego en el que tendremos que guiar al macho hacia la hembra a través de un laberinto, con un tiempo límite para lograrlo. Todo lo que hagamos en el jardín nos dará experiencia, que nos permitirá subir de nivel, y con él, obtendremos mejoras (jardín más grande, pala más potente, nuevos elementos en las tiendas…)
Las novedades
Hay un gran número de pequeños detalles que se han mejorado a partir de este sistema básico. Para empezar, se ha añadido un argumento que sirve como hilo conductor: el profesor Pester y sus secuaces son, una vez más, la amenaza a la que se enfrenta Isla Piñata. En esta ocasión, intenta robar información valiosa sobre las piñatas, pero con tan mala suerte, que en vez de ello acaban robando toda la información que había guardada en el ordenador central.
Como consecuencia, se ha perdido toda la información existente sobre las piñatas, y el deber del jugador será reconstruir dicha base de datos. El modo de lograrlo, claro está, será creando un jardín al que se atraigan todas estas dulces criaturas y mandándolas a fiestas de todo el mundo. Así es, otra gran novedad del título serán las pequeñas misiones que tendremos a nuestra disposición en todo momento: se nos piden tipos de piñata concretos, que además estén completamente felices; aunque, por suerte, no se nos impone un tiempo límite para cumplirlas.
Si por algo destaca esta nueva entrega es por ser mucho más asequible para el jugador. El original nos dejaba al frente de nuestro jardín, con algunas pequeñas pistas, pero por su complejo planteamiento se antojaban insuficientes, sobre todo para los usuarios más jóvenes. Pero esto ha cambiado, y mucho, en Trouble in Paradise, ya que en sus primeros compases nos lleva lentamente de la mano por todas las características del juego. Las indicaciones serán constantes, y prácticamente no podremos hacer otra cosa mientras no cumplamos los requisitos iniciales.
A medida que avancemos, se irán desbloqueando nuevos elementos de juego, y según ganemos niveles, obtendremos una mayor libertad para jugar a nuestro aire, sin que la máquina nos imponga ataduras. Esto es algo muy satisfactorio, que facilitará mucho el acceso a muchos usuarios para los que el original era excesivamente complejo. La progresión ahora es mucho más agradable y está mucho mejor presentada.
